Uno de los sistemas de valoración más usado en SportPlus Center tanto para la valoración inicial del deportista, como para el control del entrenamiento, es la tensiomiografía (en adelante TMG). Dicho sistema está formado por un aparato que genera pequeñas descargas eléctricas apenas perceptibles, de intensidad regulable, que se transmiten al músculo a través de unos parches muy parecidos a los usados en cualquier sistema de electro estimulación corriente. La respuesta que da el músculo ante el estímulo eléctrico es recogida por un sensor colocado sobre el vientre muscular que transmite la información a un ordenador donde está instalado el programa de análisis de los datos.

Datos que obtenemos con la Tensiomiografía

De dichos datos obtenidos principalmente se tienen en cuenta los referidos al tiempo de contracción muscular (Tc) y al desplazamiento del vientre muscular (Dm):

Tc

Este concepto se refiere al tiempo que tarda el músculo en responder al estímulo que se le presenta. Es decir, desde que se le manda la señal eléctrica hasta que inicia su contracción como respuesta. En líneas generales, si el Tc se encuentra alto estamos hablando de un músculo “dormido”, que tarda en reaccionar. Mientras que si tiene un Tc demasiado bajo se trataría de un músculo con exceso de tensión.

Dm

Lo que se mueve un vientre muscular como respuesta al estímulo que aplicamos al realizar la TMG (tensiomiografía) es lo que denominamos desplazamiento muscular. Si este Dm es excesivo estaríamos tratando con un músculo demasiado compliante, falto de tono. Por el contrario, si el Dm es mínimo, existiría un exceso de tensión en dicho músculo, considerando a este como demasiado stiffness y siendo necesario por lo tanto hacerlo más compliante.

Análisis de Datos

Con estos dos datos principalmente, y basándonos en unos valores que entendemos como óptimos, decidimos cómo actuar con cada músculo con el principal objetivo de normalizar los datos obtenidos en la TMG. Dicha normalización va enfocada, por un lado, a paliar el déficit unilateral existente, bien en una musculatura concreta o bien en cadenas musculares completas, y por otro lado, a conseguir un nivel óptimo del músculo que le permita rendir en unas condiciones de seguridad estables.

En el caso de los déficits, una asimetría por encima del 15% se considera en SportPlus Center, según los estudios científicos que existen al respecto, como fuente potencial de riesgo de lesión. Mientras que a la hora de tener una musculatura en condiciones de rendir en una actividad física concreta, los niveles de Tc y Dm varían entre cada músculo, por lo que se antoja necesario conocer el valor óptimo de cada uno de ellos para realizar un correcto análisis.

Se convierte así la prueba de la TMG en un “chivato” muscular que va a decir de dónde proviene el problema, si una musculatura se encuentra en condiciones de rendir o si el riesgo de lesión es demasiado elevado. Es una muy buena herramienta para los preparadores físicos a la hora de decidir cómo plantear un proceso de entrenamiento personal, para los recuperadores como indicativo del proceso de readaptación de un músculo tras una lesión, y para los entrenadores a la hora de decidir la participación de un deportista en una competición o partido determinado.




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