Nuestro cuerpo está expuesto continuamente a posibles daños por el simple hecho de estar vivos. Esto aumenta si además lo exponemos a circunstancias consideradas de “riesgo” para nuestra estructura física. ¿Cuál puede ser una de estas circunstancias? El deporte.

Cuando realizamos deporte nuestro cuerpo asume una actividad para la que muchas veces no está preparado. En ocasiones terminamos practicando un deporte como si fuéramos profesionales, cuando nuestra preparación física no es ni mucho menos la correcta para practicarlo. Cada deporte necesita de una base de fuerza muscular y equilibrio físico que la mayoría no poseen.

Debido a esto comienzan algunos dolores en determinadas partes del cuerpo que por lo general desaparecen a los pocos días. Muchos no nos vuelven a dar la lata, porque nuestro cuerpo ha tenido la capacidad para adaptarse al ejercicio físico al que lo hemos sometido y ha sabido adaptarse. Pero otras veces vuelven a aparecer o aparecen otros nuevos, y estos ya no desaparecen con tanta facilidad.

¿A qué se debe que unos dolores desaparezcan de manera espontánea y otros permanezcan y se asienten?

Esto se debe a dos posibilidades. Por un lado está el dolor que aparece cuando realizamos por primera vez una actividad y nos comienza un dolor que no se va de ninguna manera, aun que pasen varios días o semanas. Lo que ha ocurrido es que el cuerpo no estaba preparado para realizar ese ejercicio físico. No tenía la capacidad para realizarlo pues no tiene la fuerza necesaria ni el entrenamiento adecuado, y en el proceso de regeneración y curación de nuestro cuerpo hay un fallo. Sí, en nuestro cuerpo a veces hay fallos, y cuanto mayor somos más errores cometerá nuestro sistema de recuperación. Este fallo comienza en la primera fase de recuperación, en la inflamación. En esta fase el dolor es normal y nuestro cuerpo debe de ejecutar los procesos de regeneración en el foco que, con dicha inflamación, nuestro inteligente cuerpo ha señalado. Pero este proceso de regeneración no se cumple correctamente y genera una cicatriz ineficaz para curar nuestra lesión. Esto conlleva dolor permanente y compensaciones en nuestro cuerpo que no harán más que agravar el problema.

Algunas lesiones no se curan solas

Por otro lado tenemos la circunstancia de que realicemos un deporte con frecuencia y comencemos a padecer dolor. En este caso la pregunta es ¿por qué si llevo entrenando tanto tiempo este deporte ahora comienzo a tener dolor? La respuesta más posible es que llevas haciendo ese deporte mucho tiempo sin tener una buena disposición física ni una buena biomecánica. El cuerpo ha ido compensando y, tras machacar mucho a nuestro físico, éste no ha tenido más capacidad regenerativa en el punto lesionado y han saltado las alarmas. El dolor en vez de irse como otras veces se instala y no se va. Nuestro cuerpo ha intentado curarlo pero tú no le has dejado porque has seguido haciendo ese deporte de “manera errónea”, pues hacer un deporte durante mucho tiempo no implica que tengas un físico o una biomecánica adecuada para él. Y esto hay que entrenarlo.

Cuando nuestro cuerpo se queda sin respuesta de curación, pues lo que nos sucede es que tenemos un proceso degenerativo en el que el cuerpo ha perdido la capacidad para activar los elementos de curación, necesitamos de un factor externo que nos active este proceso de nuevo.

La EPI® (Electrólisis Percutánea Intratisular) activa este proceso de nuevo y nos da la posibilidad de crear un sistema regenerativo donde antes solo había un proceso degenerativo sin capacidad de curación.

Siempre debemos conocer de la técnica que, como en toda técnica que necesita de la ejecución por parte de un profesional, es dependiente del terapeuta que la desarrolla. En el caso de SportPlus Center nos complace saber que contamos con una gran formación en la técnica a nivel internacional gracias a EPI Advanced y a Jose Manuel Sánchez, creador de la técnica, y Ferrán Abat, Doctor especializado en Electrólisis Percutánea Intratisular, que han formado a nuestro profesional.

También debemos conocer que para conseguir una recuperación absoluta se hacen necesarios estímulos de entrenamiento funcional, y para volver a realizar nuestra actividad necesitamos de un entrenamiento específico para corregir nuestros defectos biomecánicos y aumentar nuestra fuerza.




Categorias