Nuestro cuerpo es una maquinaria que puede estropearse y también arreglarse con el cuidado necesario, y existen multitud de formas para conseguir un buen resultado que recomponga el buen funcionamiento de nuestras piezas. Sin embargo, un denominador común para conseguir el éxito en la recuperación es el TRABAJO.

Una máquina necesita ser arreglada siempre por un técnico, siendo éste el que de forma activa le da de nuevo su funcionamiento al aparato. A diferencia de las máquinas, nosotros somos capaces de arreglarnos a nosotros mismos, y de mantener ese arreglo, ofrecernos un mejor rendimiento y una mejor calidad de vida.

A pesar de que nosotros seamos capaces de mejorar nuestra pérdida de funciones, debemos conocer cuáles son las necesidades de nuestro cuerpo ante cada situación patológica. En todo proceso de recuperación, habrá una fase en la que la participación activa del fisioterapeuta será mayor, y otra en la que, con un guía adecuado, nosotros mismos debamos encaminar esa recuperación que se consiguió en la fase previa, y darle forma con una actividad marcada por el trabajo correcto y diario.

El cuerpo humano necesita movimiento, y cuando nos lesionamos nuestro movimiento correcto se altera. Nosotros devolvemos la normalidad al movimiento, y ofrecemos las medidas necesarias para alcanzar el mantenimiento del movimiento eficaz y a mejorar su rendimiento, para que no se vuelvan a producir lesiones en nuestro cuerpo.

Para conseguir el mejor resultado hay que dar al cuerpo el trabajo que necesita, y realizarlo de una forma diaria, como un hábito más. Así, nuestro cuerpo nos responderá como nosotros queremos que lo haga, pues estaremos estimulándolo hacia nuestro objetivo, un alto rendimiento sin lesiones.

Nosotros te facilitamos el camino, tú eres quien lo recorre.




Categorias