Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el factor que determina el sobrepeso es, en última instancia, el exceso de tejido adiposo. Pero, aunque es habitual que se hable indistintamente de la grasa, hay que explicar que en nuestro cuerpo existen diferentes tipos y que cada uno cumple su propia función. No toda la grasa es igual, podemos distinguir tejido adiposo blanco o “grasa blanca” y tejido adiposo marrón o “grasa parda”.

La grasa parda

La grasa parda es más abundante en los recién nacidos y a medida que el individuo crece la proporción de este tipo disminuye. Aunque, en los adultos también podemos encontrar depósitos de grasa parda en las partes anterior y posterior del cuello.

Este tipo de tejido adiposo tiene la función de producir calor y calentar al cuerpo en caso de que esté expuesto al frío. No almacena lípidos (grasas) sino que los utiliza para obtener energía quemando calorías. Y quema muchas calorías porque necesita una gran cantidad de energía. Esto hace que pueda tener una influencia positiva en la pérdida de peso.

En los últimos años se está investigando mucho sobre la relación entre la grasa parda, el ejercicio y la obesidad. Se ha comprobado que esta grasa aumenta su actividad cuando la temperatura exterior es fría y necesitamos subir la temperatura corporal para compensar. Según Jonatan Ruiz, investigador del Departamento de Educación Física y Deportiva en la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada , al realizar deporte, el corazón late a un ritmo acelerado y segrega hormonas conocidas como péptidos natriuréticos que activan el tejido adiposo pardo. Además, cuando el músculo se contrae segrega una serie de hormonas y, entre ellas, la irisina que aumenta durante el ejercicio y tiene la capacidad de transformar la grasa común o blanca en parda.

¿Se puede transformar la grasa blanca en grasa parda?

Un equipo de investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), investigando con ratones, ha identificado una proteína (MKK6) que controla la transformación de la grasa blanca en grasa parda y podría servir como futuro objetivo terapéutico para reducir la obesidad. Han podido demostrar que los ratones que carecen de esta proteína tienen una mayor cantidad de grasa parda y, en consecuencia, se encuentran protegidos ante la obesidad al eliminar la energía sobrante en forma de calor.

La eliminación de esta proteína en ratones obesos sirve para reducir el peso. También analizaron muestras de grasa de pacientes obesos e identificaron que la proteína MKK6 está presente en mayor cantidad de lo habitual. Esta puede ser la causa por la cual las personas obesas tienen menos capacidad de transformar la grasa blanca en parda y, por tanto, de perder peso mediante este proceso. Todo esto confirma su utilidad como diana terapéutica en el futuro tratamiento contra la obesidad.

En SportPlus Center recomendamos una alimentación sana y la realización de ejercicio adaptado a la persona y sus necesidades como la mejor terapia para combatir la obesidad. Si quieres consultar con nuestros dietistas – nutricionistas llámanos o escríbenos a través del formulario que aparece en la barra de la derecha.




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