A veces encontramos a nuestro alrededor, o en nosotros mismos, angustia, temor, conflictos internos, externos…, no estamos a gusto, no nos sentimos bien, “no soy feliz”.

Está claro que no nos gusta estar así y lo que queremos es estar a gusto, ser felices. Pero, ¿estás seguro de que quieres ser feliz de verdad? Ahora estarás extrañad@ o reticente pero sigue leyendo…

Visualiza a una persona querida. Ahora dile “prefiero ser feliz a tenerte”. Sí, tienes que elegir entre tu felicidad y tener a esa persona (sucede mas veces de las que piensas…), ¿ya? Y qué, ¿has sacrificado tu felicidad por tener a esa persona? ¿Has elegido tener felicidad a tener a esa persona? ¿Te has sentido egoísta por elegir tu felicidad antes que a esa persona?, “¡cómo puedo ser tan egoísta!”. Así nos han enseñado a pensar y sentir. ¿De verdad creemos que podemos amar de verdad sin ser felices primero? Ahora imagina a esa persona diciéndote “¿cómo puedes ser tan egoísta de elegir tu felicidad en lugar de elegirme a mí?”, e imagínate respondiendo “¿cómo puedes ser tan egoísta como para exigirme que yo te elija a ti frente a mi felicidad?”

Otro caso. Nos dicen, “la prueba del amor es el sacrificio por el otro”. ¿Querrías que alguien te amase a costa de su felicidad?, ¿te gustaría a ti amar a otro así? Podemos amarnos mutuamente a costa de nuestra felicidad y ser dos grandes enamorados, infelices, ”¡viva el amor!” Puff…

Te deseo un gran día lleno de consciencia para “darte cuenta” de si quieres ser feliz…,de verdad.

Yo, aquí y ahora, contigo.