Aunque muchos piensen que los deportistas se ganan la vida haciendo lo que más les gusta, eso no está reñido con la exigencia. Es oportuno resaltar que para competir al máximo de sus posibilidades, que es lo que se les exige, necesitan realizar un arduo trabajo de preparación física y psicológica desde el día que ponen fin a sus vacaciones.

La vuelta de las vacaciones es un período duro para cualquier trabajador, puesto que pasamos del ocio y el descanso a las obligaciones, los horarios, los compromisos, la exigencia… Y, en el caso de los deportistas, habría que añadir la vuelta al esfuerzo físico intenso (típico en pretemporada) con duras jornadas de entrenamiento y preparación, que son fundamentales para volver al trabajo, iniciar una nueva etapa profesional, seguir en el mercado, etcétera.

¿Y cómo he de afrontar la vuelta de las vacaciones?

Dicen que la experiencia no es lo que te ocurre, sino lo que aprendes de las situaciones vividas. Por lo tanto, aprovecha este momento para estudiar lo que haya sucedido en la temporada pasada y estudiar cuáles han sido los aspectos más positivos y negativos. De este modo, nos pondremos a punto desde el punto de vista psicológico para así afrontar con la mejor mentalidad posible lo que vivirás en la siguiente temporada.

Por todo ello, algunas de las cuestiones que un psicólogo del deporte puede ayudarte a trabajar en PRETEMPORADA pueden ser:

· tener unos objetivos demasiado exigentes;

· un nuevo rol en el equipo que no aceptas; la obligación de rendir en tu último año de cantera para asegurarte un buen contrato;

· no contar con la confianza del entrenador;

· experimentar cambios importantes como pueden ser cambio de cuidad, idioma, forma de juego…

En ocasiones, cuando la temporada comienza y el nivel de exigencia aumenta, suelen aparecer problemas que en a veces son fruto de no haber trabajado ciertas inquietudes, pensamientos o creencias desde el plano psicológico. Pero no olvidemos que lo ideal no es mejorar o solucionar los problemas que empiecen a surgir, sino ser capaces de prevenir para que no aparezcan tales problemas.

Recuerda, si entrenas tu parcela técnico-táctica a diario y también el aspecto físico, sería oportuno dar su espacio a la parcela mental o psicológica que tiene una influencia directa en tu bienestar y en tu rendimiento deportivo.